
Paris, 28 de enero del corriente.
Tras un mes de reposo total (es decir, ni una sola zancada), plantillas nuevas y unas horribles asics cúmulus discoteque, comienzo el año nuevo trotando progresivamente hasta la fecha.
Ni una sola molestia en este volver a empezar pero el miedo a la recaida es constante.
Hoy me siento capaz de darme el alta después de correr dos dias seguidos por las orillas del Sena con frio, lluvia, nieve, y la sensación de tener por delante muchos kilómetros que disfrutar.
Si todo va bien, a partir de ahora me olvido de retos distintos al de SIMPLEMENTE CORRER y disfrutar las carreras que se ajusten a mi estado de forma. Nunca mas forzar la máquina porque la máquina ya ha avisado dos veces hasta donde está dispuesta a llegar.

Un par de consejos (si no parecerá que me han cambiado)
Si alguien en mis condiciones decide comenzar con el trotar deberia esforzarse por quedarse unos kilómetros o unos minutos antes de su límite.
El problema está en intuir donde está ese límite sin tener a mano un vecino barbudo . Tras la lesión del talón debí olvidarme de la media maratón y dedicarme a disfrutar al ritmo que me habia permitido correr por Caños con los amigos este Agosto. No hice caso a las primeras molestias el dia que hice mis primeros 19 km y la cosa terminó como lo hizo.
Segundo. Lo de meter las zapatillas en la maleta es la leche en bote. No dejeis de hacerlo.