El verano empezó con parón de motos por los calores pero sobre todo por la falta de compañía para refrescar las salidas con las cañitas hidratantes. Lo pasamos como chinches en pensión de Tirso de Molina con la carrera que nos preparó el maestro Soldevilla en Ripoll. Risas, amigos, buen rollo como siempre y después de eso las motos en el garaje cogiendo polvo.
En lo pedestre corrimos la legua de Tielmes que ya relaté.
TENDINITIS AQUILEA. Así se llama por lo visto el puto dolor de talón que me ha tenido jodido todo el verano sin levantar cabeza. Gracias a las manos de Maria y a parar en los entrenos conseguí disfrutar de la sierra de la Breña con los amigos a final de agosto. Subimos y bajamos por aquellos cuestrarrones sudando como pollos pero aliviado del Aquiles de las narices.
Vuelta a los entrenos, de nuevo poco a poco, por terreno blandito y sin baches y con mas miedo que siete viejas. La precaución da sus frutos y me encuentro con mis primeros 21,3 km completados en solitario en una de las tiradas largas previas a la media de Alcázar.
Subiendo la moral un cachito más de alivio con los amigos de los cacharros en Pobladura de las Regueras. Que fin de semana más divertido.
Hacia tiempo que no corríamos una carrera un grupo tan grande juntos durante toda la prueba. Risas en las zonas, risas con las cañas, con los vinos , los gintonics y el pulpo a feira.
Y cuando parece que la nave va, el domingo previo a la media termino el entreno con el club Altomira cojo. Pero cojo, cojo de verdad. De no poder dar un paso, a 30 metros de la puerta de casa y cagándome en to lo que se menea.
SCI o algo así le llaman. Carnes VIEJUNAS le llamo yo. Y es que desgraciadamente va a ser verdad que a estas alturas de la película es mejor olvidarse de mallas ajustadas y comprarse un chándal ancho de carrefour para salir el domingo a trotar media horita.
Nunca pude pasar por chuck berry tocando la guitarra, ahora tampoco haciendo el paso del ganso.
Cagüentó.
